viernes, 10 de agosto de 2012

¿Cómo aprenden los bebés?



Es cierto aquello de que los bebés aprenden tanto como absorbe una esponja.  Cada día es un nuevo descubrimiento para ellos, y desde que nacen, su cerebro empieza a aprender a una velocidad impresionante. Aquí te cuento cómo aprenden los bebés y qué puedes hacer para estimular ese proceso con tu creatividad y amor.
Desde que nacen y abren sus ojos al mundo, los bebés aprenden. Empiezan a descubrir nuevas sensaciones, sonidos, colores, sabores; sienten el amor, sienten la alegría; saben que cuando tienen hambre y lloran, mamá les da de comer; es el inicio de su viaje por la vida. Se sorprenden con cada cosa que ven y aunque cuando son muy pequeñitos no pueden hablar, ellos están procesando toda la información en su cerebro y cuando les hablas, entienden. Esos sonidos que parecen no tener sentido para los adultos, son su forma de comunicarse. Tarde o temprano, esos “Gaga, gugú” se van a convertir en palabras.
Desde muy pequeñitos, los bebés pueden diferenciar caras y objetos: formas, tamaños y colores. También saben diferenciar las voces de sus padres de las de otras personas.
Tú, como mamá o papá, eres la primera o el primer maestro(a) de tu bebé. Su desarrollo está ciento por ciento influenciado por el cuidado y el amor que les brindas y las experiencias que comparten.  Mientras más amor reciban los bebés, se sienten más seguros, pueden conectar bien las ideas y la información y crecen sanamente.
El tiempo que compartes cuando juegas con ellos es esencial, pues interactúan contigo y es entonces cuando más aprenden. Toma nota de cómo aprender jugando:
  • Usa tu cara y tu voz para hacer gestos y sonidos divertidos. Para los bebés, tu voz y tu cara son mucho más interesantes que los juguetes.
  • Haz movimientos, gestos y sonidos que tu bebé pueda imitar. Copia lo que tu bebé hace y luego invítalo a que lo vuelva a hacer. Esto le enseñará el concepto de tomar turnos y así aprenderán a comunicarse.
  • Repíteles una y otra vez. Juega con ellos juegos repetitivos, pues de esa manera ellos practican hasta que entienden cómo funciona algo.
  • Léeles y cuéntales historias. Establecer hábitos de lectura a temprana edad le ayudará a tu bebé a aprender en el futuro. Además, es importante para el desarrollo del lenguaje.
Recuerda que a los bebés les encanta explorar y que su forma de hacerlo, es llevándose objetos a la boca. Ten cuidado de que no se metan a la boca nada demasiado pequeño porque se pueden ahogar. Cómprales juguetes que vayan de acuerdo a su edad.
No te olvides que el descanso es esencial para tu bebé. Así que puedes intercalar actividades y juegos con siestas durante el día.
Cada bebé es diferente y su respuesta a los estímulos también va de acuerdo con su personalidad.  Lo importante es que le enseñes jugando y te diviertas tú también.
Imágen © iStockphoto.com / Jaroslaw Wojcik

Zapatitos de bebé: ¿qué debes tener en cuenta?


 

Cuando tu bebé empieza a caminar, también empieza a usar esos zapatitos que le regalaron incluso antes de nacer. Pero más allá de que estén a la moda o sean de colores llamativos, elegantes o deportivos, lo importante es que sean zapatos cómodos y seguros para que tu bebé pueda caminar sin tropezones.
Cuando está por nacer tu bebé, recibes regalos que tus seres queridos y tus amigos te dan como un gesto para celebrar la llegada de esa nueva vida, y por supuesto, con el ánimo de colaborar con todos los gastos que se avecinan. Algunas personas regalan pañales, otras la cuna, la ropa y los zapatitos que nunca faltan.
Sin embargo, éstos últimos, es probable que no los uses, pues en realidad, los bebés no necesitan zapatos hasta que empiezan a caminar. Probablemente se los pongas para lucirlos o porque hacen juego con su ropa.
Los zapatitos de bebé sólo cobran sentido cuando pueden ser usados para lo que están hechos: caminar. Esto sucederá al ritmo de cada bebé, pero puede darse entre los 9 y los 12 meses. A los primeros pasos les sigue la práctica y tu bebé dominará el arte de caminar para cuando tenga 14 o 15 meses. Si tu bebé tarda más en caminar, no te preocupes, pues como dije al principio, cada uno tiene su ritmo. Algunos bebés perfectamente sanos llegan a caminar hasta los 16 o 17 meses.
Ya te darás cuenta que tu bebé quiere caminar si empieza a levantarse apoyándose en las mesas, las sillas, tus piernas y todo cuanto encuentra a su paso. También si le sostienes las manitas y haces que caminas con él o ella de seguro dará unos pasitos. Todo esto es parte del entrenamiento hasta que sus piernas estén lo suficientemente fuertes para soportar su peso hasta que pueda caminar sin ayuda. Es entonces cuando tienes que pensar en qué zapatos vas a ponerle para que pueda moverse con libertad, comodidad y seguridad. Porque recuerda que caminar es un proceso, y que en ese proceso, hay tropezones.
Toma nota de estos consejitos a la hora de comprar los zapatos para tu bebé:
  • Cuando tu bebé está aprendiendo a caminar, lo importante es que pueda mover sus piecitos con libertad. Por eso, el material de sus zapatos debe ser liviano. Las suelas ideales son las que tienen textura para que tengan un mejor agarre en caso de que las superficies donde camine sean resbalosas.
  • Es mejor comprarle zapatitos que sean lo suficientemente anchos y largos, para que cuando el pie crezca un poco, le sigan sirviendo. Los deditos no deben tocar el frente del zapato. Si ves que tu bebé se tropieza o se tambalea, es una señal de que está incómodo(a) y no son los zapatos ideales.
  • El material de los zapatos debe permitir la circulación del aire. El cuero y la lona son buenos ejemplos y permiten que los pies se ventilen. ¡Los pies de los bebés sudan mucho!
  • Cómprale zapatos nuevos con frecuencia, pues sus piecitos crecen muy rápido: necesitará estrenar un nuevo par de zapatos cada 2 a 4 meses.
Uno de los pasos más grandes en el desarrollo de tu bebé, es cuando empieza a caminar. Todos en la familia se emocionan, ¡no es para menos! Es la primera etapa hacia la independencia.
Así que prepárate: de agarrarse de las mesas y las sillas para estar de pie, tu bebé pasará a dar pequeños pasos mientras lo sostienes, hasta que un día, el menos pensado, se suelte solito para ir a tus brazos.
Imágen © iStockphoto.com / Elena Schweitzer

reparando a tu hijo(a) para la llegada de un nuevo bebé


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No importa la edad que tenga tu hijo(a), la llegada de un hermanito(a) a su vida y a la de todos, va a alterar el orden del hogar tal y como él o ella lo conocen. Por eso, es importante prepararlo para recibir a la nueva personita con mucho cariño y paciencia. Aquí te doy algunos consejos que pueden servirte si estás esperando un bebé y ya tienes otro en casa.
Andrea recuerda que su hija Silvia se puso muy celosa cuando nació su hermanita Amelia. Al punto de que un día, cuando Amelia tenía apenas 15 días de nacida, Silvia le pegó con un juguete en la cabeza. Fue una etapa difícil, pues Silvia tenía apenas dos años y necesitaba también de toda la atención de Andrea.
A muchas mamás como a Andrea, les sucede que no saben cómo preparar a su otro hijo o hija para la llegada del nuevo integrante de la familia. Sin duda, un nuevo embarazo trae muchas alegrías y también preocupaciones, pero sobre todo, es el momento ideal para que le hables a tu otro(a) hijo(a) claramente sobre el tema para que entienda que la llegada del bebé va a causar una nueva dinámica en el hogar y en tu tiempo. Lo importante es que le recalques que el amor por él o ella es el mismo y eso nunca cambiará.
Dependiendo de la edad que tenga tu hijo(a) en el momento en el que estés embarazada de nuevo, aquí te doy algunos consejos para prepararlo(a) para recibir a su hermanito(a):
  • Si tu bebé tiene entre 1 y 2 años de edad, es probable que no entienda demasiado qué es lo que está pasando. Pero le puedes explicar que tu vientre está creciendo y que ahí hay un nuevo ser humano que va a llegar a alegrarle la vida a todos, y que ahora tendrá alguien más pequeño a quién cuidar y con quién jugar. Es importante que si sientes que no vas a poder cuidar a los dos niños, busques ayuda. Es normal que en esta etapa el recién nacido demande toda tu atención, pero también debes dedicarle tiempo a tu otro(a) hijo(a). Encontrar un balance es lo ideal. No olvides que cuando nazca el bebé debes hacer algo especial con tu otro(a) hijo(a) para reafirmarle que lo amas y que nadie le va a quitar su lugar.
  • Si tiene entre 2 y 4 años de edad, tu hijo(a) está en una etapa en la cual está muy apegado(a) a ti y le será difícil entender que tendrá que compartirte. Por eso, espera a que te empiece a crecer la panza, para que cuando le asalte la curiosidad, puedas explicarle lo que sucede con tu embarazo. Involúcralo(a) en los preparativos para la llegada del bebé. Explícale honestamente que en ocasiones el bebé necesitará mucha más atención y que éste es el momento para que la hermana o hermano mayor, sea tu aliado y te ayude con el bebé. De esa manera lo harás sentir importante. Recuérdale siempre lo mucho que lo amas y lo importante que es su ayuda en todo este proceso. Aprovecha el embarazo para hacer varias actividades especiales con él o ella. Jugar, salir, divertirse. Cuando el bebé nazca puede ser una buena ocasión para que tu hijo(a) pase tiempo a solas con su papá u otro ser querido de la familia. ¿Qué tal una excursión a casa de los abuelos? Puede ser algo emocionante.
  • Si tiene 5 años o más, será más fácil que entienda de qué se trata la llegada del nuevo hermanito(a). A esa edad, los niños no se sienten tan amenazados con la llegada de otro bebé.  Involúcralo en cada paso de tu embarazo, los preparativos y por supuesto el nacimiento del bebé. Que esté presente en el hospital es importante para que se sienta parte de la familia y sienta que su papel es indispensable.
El leer libros acerca del nacimiento, ver fotos de cuando él o ella era recién nacido y hacerlo partícipe en la selección del nombre también son buenas ideas para ayudarle en esta transición. Recuerda que los celos pueden ser algo normal y pasajero, mientras se adapta al nuevo ser que ahora comparte el amor de sus padres.
Vas a ver que siguiendo estos consejos, con mucho amor, comprensión y paciencia, pronto todo adoptará un ritmo normal y tus dos hijos se llevarán de maravilla.
Imágen © iStockphoto.com / stephanie phillips

La benzocaína y los bebés: una mala combinación



Si pensabas que los geles y los líquidos de venta libre para aliviar las molestias de tu bebé cuando le salen los dientes eran una bendición, ahora tienes que tener cuidado. Una nueva alerta emitida por las autoridades de salud en Estados Unidos reporta de que la benzocaína, el ingrediente principal de muchos medicamentos de venta libre para la dentición, puede provocar una condición rara — pero que si ocurre, puede ser seria — en los pequeños.
Si tienes uno o más bebés, sabrás que el momento en el que empiezan a salir los dientes puede ser un poco doloroso y bastante molesto. La irritabilidad, el aumento de la saliva y en general una sensación de incomodidad acompañan a tu bebé cuando los dientes empiezan a asomarse en sus pequeñas encías. Algunos bebés presentan incluso fiebre o diarrea, y para ti, es un momento de armarte de paciencia y de pensar en qué puedes hacer para aliviarles esas molestias.
Los juguetes para morder y enfriar a veces no son suficientes para calmarlos y es entonces cuando la benzocaína, un anestésico local, puede entrar en la escena. Si bien por años ha estado al alcance de todos sin necesidad de receta médica, un nuevo informe indica que es mejor dejarla a un lado cuando se trata de aliviar el malestar de los dientes.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) advirtió hace poco que el uso de la benzocaína para el dolor que produce la dentición, está asociado a una condición rara pero grave denominada metahemoglobinemia. Esta condición reduce el oxígeno presente en la sangre y puede ser mortal.
Los geles y los líquidos que contienen benzocaína se venden en Estados Unidos sin necesidad de receta médica, bajo los nombres de: Orajel, Baby Orajel, Orabase, Anbesol y Hurricaine (dependiendo de la marca), así como otras marcas genéricas de diferentes farmacias. En muchos países latinoamericanos también son de venta libre. Asegúrate de leer bien los ingredientes si estás buscando un remedio para la dentición de tu bebé.
Según la FDA, que ya había advertido acerca de los posibles efectos adversos de dicho medicamento en el 2006. Los bebés menores de 2 años son quienes tienen un riesgo más alto de sufrir de metahemoglobinemia. En concreto, la FDA ha recibido reportes de 29 casos relacionados con el uso de la benzocaína y dicha condición.
Si has usado productos con benzocaína debes estar alerta a algunos síntomas como: coloración azulada o grisácea en la piel, en los labios y en las uñas, dificultad para respirar, cansancio, dolor de cabeza, mareos y palpitaciones (o ritmo cardiaco acelerado). Estos síntomas pueden aparecer minutos u horas después de haber aplicado el medicamento.
Lo mejor para evitar problemas y aliviar el dolor en las encías de tu bebé es usar juguetes y aros de dentición que puedes enfriar en el refrigerador. Si el bebé ya come sólidos, puedes darle frutas o vegetales fríos también que pueden evitarle la molestia. Además, puedes masajearle suavemente las encías con tus dedos limpios o utilizando un pañito frío.
Si nada de esto funciona, puedes recurrir a tu pediatra para que te sugiera otra alternativa para tratar la irritación de las encías de tu bebé. No vale la pena exponer a tu bebé si sabes que la benzocaína puede causarle problemas.
Imágen © iStockphoto.com / Umbar Shakir

Barbie en Una aventura de sirenas 2 (Parte 5)