miércoles, 6 de mayo de 2015

¿Cómo educar a un desobediente?

 

La importancia de obedecer


    Aprende cómo conseguir que tu hijo entienda la importancia de cumplir las normas y el porqué de su existencia.
    Los niños desobedecen las órdenes de los adultos con cierta frecuencia. Es su forma de descubrir dónde están los límites, de retarnos y de demostrar que ellos también tienen su carácter y quieren mandar. El típico castigo “te quedas sin” no funciona con unos pequeños que están saturados de objetos con los que entretenerse de tal forma que si retiramos uno, siempre van a poder acudir a otro. ¿Qué podemos hacer entonces?
    Castigos en su justa medida
    Los especialistas señalan que castigar a un niño es contraproducente, daña su autoestima, produce tensión y afianza las conductas del pequeño. Pero es necesario “educarles en la realidad”, de tal forma que comprenda que, si se portan mal, su actuación tiene consecuencias. Reprenderles y sancionarles no sería negativo siempre que se tuvieran en cuenta estas premisas:
    - Para que un castigo sea educativo debemos explicar a nuestro hijo, sin gritos ni aspavientos y con calma, por qué su conducta ha sido incorrecta e instarle a corregirla.
    - Debe conocer de antemano los límites que no puede sobrepasar y el castigo que recibirá si lo hace para sopesar si le merece la pena saltarse las normas.
    - El castigo debe ser inmediato, proporcional, equilibrado y coherente a la edad, al grado de madurez y al tipo de falta cometida.
    - No uses restricciones absolutas como “te quedas sin paga para siempre” y castiga con coherencia. Es imposible que se pase una semana sin ver la tele, prohíbele disfrutar de su serie favorita un par de días.
    - Las amenazas continuas y los avisos hacen que el castigo pierda eficacia. Dale tres advertencias, no más.
    - No le perdones el castigo así como así y, de hacerlo, explícale por qué lo has hecho. Si has pagado un enfado tuyo con él y le has sido demasiado severa, pídele disculpas, explícaselo y rectifica.
    - No uses sus necesidades básicas para castigarle; ni su descanso, ni su alimentación, ni los deportes que practique.
    - Educa a tu hijo sin gritos ni le compares con otros niños, menos con sus hermanos.
    - Si intenta abrazarte, darte un beso o decirte que te quiere para reparar el daño hecho, no le rechacespues podría sentirse dolido.
    - Anímale cuando actúa bien, reforzando ese comportamiento, prestándole atención cuando obedezca y tenga buena actitud y comentándole que esa es la forma como debe comportarse.

    Asesoramiento: Mª Luisa Ferrerós, psicóloga y autora del libro ¡Castigado! ¿Es necesario

    Edades y Etapas. Niños de edad pre-escolar




    Los niños de 3 a 4 años, son generalmente llamados pre-escolares.

    Los niños de edad pre-escolar quieren tocar, gustar, oler, escuchar y examinar todas las cosas por sí mismos. Están ansiosos por aprender. Ellos aprenden experimentando y haciendo. Los pre-escolares aprenden de sus juegos. Están muy ocupados desarrollando habilidades, usando el lenguaje y luchando por ganar control interno (emociones.)
    Los niños de edad pre-escolar quieren establecerse por sí mismos separados de sus padres. Ellos son más independientes que los infantes (1-2 años.) Pueden expresar sus necesidades porque manejan mucho mejor el lenguaje.
    Temores se desarrollan durante los años pre-escolares. Los temores comunes incluyen lugares nuevos, experiencias nuevas, así como la separación de sus padres u otras personas importantes. Usted puede esperar que un pre-escolar lo ponga a prueba una y otra vez.
    Él o ella puede usar palabras prohibidas y actuar sin sentido. Los pre-escolares quizás tengan dificultad llevándose bien con otros niños y compartir puede todavía ser difícil. Debido al desarrollo de su imaginación y una riqueza de fantasías, ellos pueden tener dificultad distinguiendo entre fantasía y realidad. Los pre-escolares también hablan de amigos imaginarios. Ellos necesitan reglas simples y claras para saber los límites de comportamientos aceptables.

    Tres años de edad

    Desarrollo físico: Pueden manejar un triciclo. Pueden atrapar una pelota. Pueden pararse en un pie. Ellos construyen torres con 6 ó 9 bloques. Pueden caminar de puntillas. Pueden saltar horizontalmente. Ellos pueden manipular pequeños objetos como rompecabezas, o poner figuras en su correspondiente lugar. A los tres años pueden manchar o jugar con pintura. Pueden dibujar o pintar en forma circular y horizontal. Ellos crecen aproximadamente 3 pulgadas en un año.
    Desarrollo social y emocional: Ellos necesitan conocer reglas claras y cuáles son las consecuencias por romper las reglas. Ellos disfrutan dramatizar con otros niños. Sus emociones son por lo general más profundas pero muy cortas. Ellos necesitan ser estimulados para expresar sus sentimientos con palabras. A los 3 años, los niños empiezan a aprender a compartir.
    Desarrollo intelectual: Los pre-escolares aprenden mejor haciendo. Ellos necesitan variedad de actividades. Necesitan espacio tanto dentro de la casa (o la escuela) como afuera. Necesitan un equilibrio entre juegos activos y juegos calmados o callados. Pueden expresar sus necesidades, ideas y preguntas. El tiempo de atención se extiende un poco más de manera que ellos pueden participar en actividades de grupo.

    Cuatro años de edad

    Desarrollo físico: Corren de puntillas y galopan. Se suben y mueven solos en un columpio. Saltan en un pie. Lanzan la pelota a las manos. Tienen más control sobre los pequeños músculos. Ellos pueden representar cuadros o figuras (por ejemplo, cuadros de flores, personas, etc.) A ellos les gusta abrir y cerrar cremalleras (zippers), abotonar y desabotonar ropa. Se visten por sí mismos. Les gusta amarrar las cintas de sus zapatos. Pueden cortar sobre la línea con tijeras. Pueden hacer diseños y letras básicas. Ellos son muy activos y muy agresivos en sus juegos.

    Desarrollo social y emocional: A los cuatro años, los niños tienen amigos imaginarios. Ellos tienden a hablar de sí mismos (jactarse) y ser mandones. Tienen una imaginación muy activa. Necesitan sentirse importantes y estimados. Algunas veces son agresivos pero desean tener amigos y disfrutan estar con otros niños. Disfrutan pretendiendo ser adultos importantes como mamá, papá, el doctor, el cartero, la enfermera o el policía. Ellos aprecian ser elogiados por sus éxitos. Necesitan oportunidades para sentirse más libres e independientes. Los juegos y otras actividades ayudan a los pre-escolares a aprender a tomar turnos.

    Desarrollo intelectual: A los 4 años, los niños hacen muchas preguntas, incluyendo "¿Cómo?" y "¿Por qué?". Ellos hablan mucho. Su lenguaje incluye palabras sin sentido y malas palabras. Disfrutan discusiones serias. A esta edad deben entender conceptos básicos tales como números, tamaño, peso, color, textura, distancia, tiempo y posición. Su habilidad para clasificar y la capacidad de razonar están desarrollando.