martes, 2 de octubre de 2012

Consejos para que los hijos sean disciplinados


Los niños nacen sin control alguno sobre sus impulsos por lo que requieren de disciplina, no confundamos este término con el de castigo; esta ayuda al niño a sentir autocontrol y le permite tener una mejor reacción a sus deseos y a los cambios en su ambiente.

El niño empieza a aprender de ti desde el primer día de vida, por lo tanto, mientras más pronto se inicia su educación más efectiva será. El darle a un hijo el regalo de la disciplina lo convertirá en un niño sin frustraciones y los padres estarán menos estresados. La disciplina es lo más importante que un niño puede desarrollar. Los pequeños que crecen sin guía, normas y valores no desarrollan su autocontrol y como adultos fácilmente caen en malos hábitos y vicios.

Por otra parte, los que no respetan la autoridad que sus padres representan crecen frustrados y después les cuesta mucho aceptar que el mundo tiene reglas y sistemas que debemos seguir con buena actitud. Es muy fácil dejar que los hijos hagan lo que quieran con tal de no oír sus quejas o llantos. Pero, un padre responsable utilizará la infancia de su hijo para prepararle para ser un adulto exitoso.

Fortalece su autocontrol

Establecer reglas en casa ayuda a que los niños tengan una pauta para desarrollar su capacidad de autocontrol. Como padre tú sabes cuales aplican mejor para tus hijos pero aquí tienes ejemplos básicos y generales que pueden ayudarte.

Avísame:

Cuando le des una tarea u obligación enséñale a que te avise cuando la termine para que lo supervises, lo felicites y/o le des las gracias.

Sin enojo:

A los niños no les gusta ser corregidos y expresan su enojo verbalmente o con una actitud negativa. Explícale que debe escuchar sin interrumpir y con actitud receptiva, calmada y de aceptación.

Acércate:

El niño debe ir a ti cuando le llamas, no permitas que conteste desde su cuarto: ¿qué? Así aprenderá que debe aproximarse para tener un diálogo y poner en pausa su actividad, para atender y luego regresar a lo que estaba haciendo.

Tú puedes:

Crea rutinas que el niño debe hacer sin tu ayuda e intervención como lavarse los dientes, vestirse y hacer la cama. Cuando lo haga bien otórgale privilegios como irse a la cama media hora más tarde los fines de semana. Estos beneficios los verá como privilegios que asociará con responsabilidad básica.

Mereces un premio:

Cuando lo recompenses pon un mayor énfasis en el esfuerzo realizado y en haber logrado su meta que en el simple regalo.

Eres responsable:

Permite y fomenta se encargue de sus cosas. Alienta que participe en deportes, clases de música, a que cuide de una mascota y a tener su cuarto siempre recogido. Si un día pierde su balón, instrumento musical o no hay comida para el perro, ayúdalo a solucionar el problema pero no lo resuelvas tú. Es importante que el niño aprenda a ser responsable.

Estás bien:

Enséñale a dormir solo a temprana edad. Desde bebé colócalo en su cuna después de su rutina nocturna, apaga la luz y abandona el cuarto. A los tres meses de edad no conoce el miedo a la oscuridad ni al estar solo. Si lo acostumbras así todas las noches, el día que tu hijo tenga cinco años será igual.

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