jueves, 14 de agosto de 2014

CÓMO DISMINUIR LAS PELEAS CON LOS NIÑOS


Los niños pasan por etapas en que están más irritantes o contestadores, lo que es esperable dentro de su desarrollo. No obstante, si se pelea más de tres veces al día con ellos, podría deberse al tipo de comunicación e interacción que se tiene: muchas veces los padres llegan estresados a la casa, fomentando la agresividad en los niños.

Algunas recomendaciones para instaurar un ambiente estable y de cooperación en la casa, evitando las peleas son:


  • No corregirlos constantemente por cosas innecesarias ni destacar las cosas que hacen mal. Por el contrario, se les debe dar una retroalimentación positiva según sus avances y logros
  • Hacer con ellos algo que les gusta por lo menos una vez al día, pasar tiempo de calidad es importante
  • Aunque a veces sea más lento que los niños realicen algunas tareas es importante permitírselos, de esta manera se sentirán más seguros de sus habilidades
  • Hay que permitirles resolver solos sus conflictos con amigos o hermanos, estando atento si es necesario intervenir y explicarles lo sucedido
  • Cuando los niños están muy enojados es importante mantener la calma, porque lo peor es la lucha de poder. Se debe generar una conversación diciendo, por ejemplo, “hijo, no es correcto que patees tu juguete”
  • No gritar ni perder el control ante ellos, porque más adelante repetirán esta conducta cuando ellos se sientan desbordados
  • Enseñarles efecto de causa-consecuencia, diciéndoles por ejemplo “hijo, si botas la comida al suelo yo tendré que limpiar”



¿Por qué es tan importante la comunicación para disminuir las peleas?

La comunicación es fundamental para lograr que los niños puedan expresarse. Esto puede ayudar a los papás a descubrir por qué están irritables, por qué pelean con sus hermanos, o simplemente por qué les gusta hacer lo contrario a lo que sus papás les piden.

Si existe un desacuerdo, los papás deben hablarlo con sus hijos. De acuerdo a expertos en familia de la Universidad de Winsconsin, en Estados Unidos, es probable que los niños vean los desacuerdos con los papás como algo negativo, que no los hace sentir bien sobre ellos mismos. Por eso, cuando los problemas se hablan, los menores son más propensos a tratar a sus hermanos y otras personas con ese mismo respeto.

Es bueno que los niños sepan que existen consecuencias cuando no hacen lo que deben. De acuerdo a lo que consigna la American Academy of Pediatrics, en Estados Unidos, este tipo de efectos hacen que los niños aprendan mejor por sí solos. Por ejemplo, si dos hermanos pelean por un juguete, y este se termina rompiendo, esta consecuencia natural es lo que facilita su educación.

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