lunes, 6 de febrero de 2012

Comer dulces durante el embarazo

¿En qué etapa te encuentras?


-Durante el embarazo es habitual sentir apetencia por los alimentos dulces. Cuando esto ocurre, lo más frecuente es consumir chocolate, repostería industrial o refrescos. Pero hay alternativas más saludables, algunas de ellas caseras, que resultan igual de apetitosas. Los dulces, en general, aportan muchas calorías y escasos nutrientes, por lo que conviene evitarlos o sustituirlos por alimentos con una escasa cantidad de azúcar.

El consumo excesivo de azúcares en la dieta conlleva un aumento de peso en el conjunto de la población. Durante el embarazo, además, los azúcares simples (ingredientes básicos de los dulces) causan cambios bruscos en los niveles de glucosa y de insulina en la sangre, una situación que puede derivar en una diabetes gestacional. Según los datos disponibles, entre el 3% y el 6% de las embarazadas desarrollará esta enfermedad metabólica. En cualquier caso, sea por el incremento de peso o por el desajuste de los niveles de glucosa e insulina, los dulces en las embarazadas están desaconsejados o, en todo caso, es necesario moderar su consumo.
Demasiado azúcar para la embarazada: consecuencias

Una alimentación equilibrada durante la gestación es crucial para la buena evolución del embarazo; más, si cabe, cuando la futura mamá es diabética o desarrolla esta enfermedad durante la gestación. Entre todas las medidas dietéticas que se deben tener en cuenta figura la conveniencia de moderar el consumo de azúcar y dulces, sobre todo, en la segunda mitad del embarazo. Además, hay que tener en cuenta que las frutas, de las cuales se deben tomar 3 raciones al día, aportan hidratos de carbono sencillos (azúcar), aparte de vitaminas, minerales y fibra.

Durante el embarazo, el exceso de azúcar no es beneficioso ni para la madre ni para el bebé. Tener índices de glucemia altos en el embarazo eleva el riesgo de complicaciones durante el proceso y en el momento del parto: bebés de mayor tamaño, lesiones en el canal del parto y más posibilidades de alumbramiento por cesárea. Los bebés tienen mayor riesgo de sufrir hipoglucemia durante sus primeros días de vida, entre otros problemas.
Alternativas dulces sin exceso de calorías

Hay que elegir alimentos dulces con un aporte bajo en azúcares simples

La gama de alimentos dulces es amplia. Sin embargo, se recomienda elegir productos con un aporte bajo en azúcares simples. Estos son, en general, menos energéticos, aunque para constatarlo habrá que revisar el etiquetado. Las galletas rellenas de nata, chocolate o crema se pueden sustituir por galletas sencillas o pan tostado pintados con crema de chocolate o queso fresco y mermelada.

Esta última, al igual que algunos zumos y yogures, se puede comprar "sin azúcar añadido". Los yogures de sabores o con trozos de frutas también son alternativas interesantes, junto con las recetas caseras de batidos, zumos, helados, flanes o bizcochos. En el caso de las bebidas, además, otra opción es contar en casa con refrescos light, que suplen la falta de azúcar con edulcorantes sin calorías, que imitan el sabor de los originales. No obstante, es importante reducir también las bebidas gaseosas y los zumos de fruta por su alto contenido en azúcar.
Dulces caseros

El principal consejo en la elaboración casera es prescindir del azúcar, la miel, la mermelada u otros ingredientes similares, aunque si se busca un sabor más dulce, se pueden emplear edulcorantes sin calorías, como la sacarina.

Repostería. La bollería casera utiliza menos cantidad de azúcares que la industrial. En el embarazo, y sobre todo a partir de la segunda mitad del periodo de gestación, es necesario consumir 250 calorías más, en forma de farináceos (cereales y derivados, pan, arroz, pasta, patatas y legumbres) y lácteos. Por este motivo, es preferible la repostería sencilla, con harinas integrales, lácteos desnatados y pocos azúcares y grasas saturadas (nata o crema pastelera). Se pueden emplear edulcorantes no calóricos como la sacarina o el aspartamo para elaborar bizcochos, tartas de queso fresco u hojaldres.

Refrescos. Los refrescos light son una oportunidad de sustituir las bebidas azucaradas durante el embarazo. Se pueden tomar, incluso, en caso de diabetes gestacional. Otra opción son los refrescos caseros, de diferentes sabores y sin azúcar añadido. Para su elaboración, tan solo es necesario combinar la cantidad adecuada de gaseosa con zumo de limón, naranja, fresas, melón, sandía, mango, café o té. La misma receta sirve para preparar polos de hielo con sabor a limón o fresa. La preparación se vierte en moldes con forma alargada, que se dejan en el congelador durante unas horas.

Frutas y zumos de frutas. Tanto las frutas como los zumos calman la apetencia por el dulce. En verano, las frutas de temporada preferidas son el melocotón, el melón, la sandía, las cerezas o los albaricoques. Se pueden tomar enteras o en macedonia (fresas, sandía, melón, kiwi, plátano). Son refrescantes y una buena fuente de vitaminas, minerales y sustancias antioxidantes. Las frutas en almíbar, en cambio, contienen una mayor cantidad de azúcar y se han de consumir con menor frecuencia. Los zumos caseros también aportan un sabor dulce a la dieta. La variedad es amplia: manzana y zanahoria, piña, kiwi y fresas, manzana, piña y sandía, fresas con naranja, naranja, limón y uvas, piña y uvas, naranja y melocotón o albaricoques, sandía, melón y pera, entre otros.

Batidos. Los batidos preparados con lácteos aportan las calorías extras necesarias en la segunda mitad del embarazo. Se pueden utilizar yogures líquidos o leche, además de frutas y cacao en polvo.

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