martes, 14 de octubre de 2014

SUEÑO INFANTIL: LA IMPORTANCIA DE DORMIR BIEN


Dormir las horas necesarias y tener un sueño de calidad es vital para el crecimiento y desarrollo de los bebés y niños. Las horas de sueño recomendadas para cada niño dependerán de su edad, ya que entre más pequeños necesitan de más tiempo para el descanso.

Los recién nacidos, por ejemplo, duermen más de la mitad de las horas del día (14-20 horas) y en la medida que transcurren los primeros meses, el tiempo de sueño irá disminuyendo, mientras que aumentará el tiempo de vigilia.
Los momentos y distribución del sueño y vigilia están relacionados con las características individuales del menor. Cuando el bebé nace no distingue la diferencia entre el día y la noche, por eso, es muy importante enseñarle desde temprano que el día es para jugar y la noche es para dormir.
Algunas recomendaciones para hacerlo:
  • Tratar de acostar al bebé a la misma hora cada noche, manteniendo un ambiente tranquilo y sin ruido antes de ir a la cama, de esta manera irá identificando cómo es el momento de dormir
  • Es preferible que las siestas las duerman en algún lugar con luz y ruido ambiente, mientras que el sueño nocturno sea con más oscuridad y en silencio, de esta manera irán identificando el día y la noche
  • Durante los primeros meses de vida, es preferible que duerma sin almohada
El Dr. Daniel Correa, Neuropsiquiatra Infantil, establece que diversos estudios han demostrado la existencia de elementos que inciden en un mal descanso. Entre éstos, se puede mencionar la televisión, los juegos de video y el computador.
“La luz de éstos altera el reloj biológico, es decir, modifica la regulación del ciclo sueño-vigilia. Por ello, no es recomendable su utilización o exposición antes de ir a dormir”, explica. El especialista agrega: “es importante evitar ruidos o gritos de la gente de la casa. Tampoco se deben hacer ejercicios físicos en la noche, ya que elevan la temperatura corporal y retrasan el sueño”.
Por otra parte, hay diversos alimentos que no debiesen ser consumidos en la noche, ya que pueden afectar el sueño de los menores, como el chocolate, azúcar en forma desmedida y las frituras. Tampoco se recomienda ingerir grandes cantidades de líquido en la noche. El Dr. Correa asegura que, de todas formas, no conviene enviarlos a la cama en ayunas, porque el hambre también puede despertar a los niños.
De igual manera, existen alimentos que benefician un buen descanso y estado de ánimo, como la leche y sus derivados, el arroz, las pastas, verduras y hortalizas, entre otros. Todo depende de la edad del niño y del tipo de alimentación que esté recibiendo.
Para mejorar el descanso, es necesario que el menor tenga en su habitación una luz tenue que logre bajar su ritmo de actividad física y mental. Los pequeños, entre 2 y 3 años, pueden escuchar un cuento de sus padres, por ejemplo.
Dr. Daniel Correa, Neuropsiquiatra Infantil y Adolescente de Clínica Santa María. 

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